
Se puede afirmar que en la obra de Frank Lloyd Wright obra se da una de las primeras interpretaciones sobre lo que podría entenderse como moderno, así como un paso importante hacia la búsqueda de un carácter americano en la arquitectura. Su aservación se basa, ante todo, de trascender el historicismo dominante en arquitectura convencional intentando encontrar feliz síntesis con entorno. Segundo, al socializar las casas hacia el paisaje y a incluir nuevas tipologías espaciales adquiere un lenguaje propio, que se forma con el anhelo y con los valores de una sociedad en mutación. De esta manera, al exponer estas dos tesis se pretende mostrar que la obra de Wright no sólo posibilitó el inicio de una modernidad arquitectónica, sino que también funcionó como una herramienta para reafirmar la cultura e historia de EE.UU.
Desde la primera proposición, el trabajo de Wright se caracterizó por un rechazo de los formalismos europeos y las tradiciones de diseño académico. Cuando concibe construcciones como la casa de la cascada, no se contentó con construir una obra arquitectónica singular; sino que generó una interacción dialéctica entre construcción y paisaje, forma y material, proyección y reflejo. Este enfoque orgánico desafió la caja rectilínea de las necesidades arquitectónicas y la confusión del espacio que se expandió hacia la naturaleza. Por lo tanto, el propósito arquitectónico de Wright enfatiza justamente esa arquitectura contextual en contraposición al contexto en cuyo caso se borra la línea entre interior y exterior para trazar un nuevo terreno estético. Con esto, se estableció un nuevo camino, libre de las posturas opresivas de la estética formal de los años anteriores, trayendo consigo lo que debería ser una arquitectura moderna para llegar a su entorno.
En segundo lugar, en esta obra de Wright, se impregnaba y se construía la arquitectura americana en una sociedad que llevaba formando una cultura en formación. No eran obras para solo responder a requisitos puramente prácticos del nuevo espacio. El diseño de geografías abiertas, especialmente si se enfatizaba la horizontalidad, la iluminación y la territorialidad, parecía invitar a la libertad y al paisajismo del lugar. Así, cada proyecto basado en el paisaje de América del Norte y su espíritu empresarial se convirtió en un símbolo de autosuficiencia nacional. Así, Wright no solo dibujó arquitectura, sino que construyó sobre las expectativas de un país que se proponía representar su sentido en el mapa arquitectónico del moderno.
En resumen, al conectar las dos proposiciones con la aservación inicial, se encuentra que la obra que frutó Frank Lloyd Wright no sólo significó la repulsa al formalismo académico, sino también el posdata de un discurso nuevo, un discurso arquitectónico que es propio del Estados Unidos. En primer lugar, la relación orgánica de sus edificios con el contexto y la consiguiente liberación de la "forma" proporcionó una nueva perspectiva de la modernidad en la arquitectura. Esta modernidad no acertó simplemente a ser estilística, sino también cultural e identitaria. En este sentido, Wright no sólo propuso la configuración de una vanguardia constructiva, sino que además constructyó el sueño que impulsa la estructura e inspira la arquitectura americana del siglo XX y XXI.
REFERENCIAS:
Frank Lloyd Wright. Accessed December 10, 2024. https://www.march.es/es/madrid/conferencia/maestros-arquitectura-siglo-xx-i-frank-lloyd-wright.
YouTube. Accessed December 10, 2024. https://www.youtube.com/watch?v=oJt0rMk4vGk.
“FLLW Documental.” 3121-4211. Accessed December 10, 2024. http://www.isado.net/fllw-documental.
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